“El hacer-huelga es el límite, tanto como fuente de la Huelga. La Huelga como empresa, con sus emprendedores, no produce nada, no crea nada, sino que gestiona, organiza, tergiversa, informa, es decir, moviliza. En este sentido es un dispositivo puntero: su movilización se alimenta de lo que excluye, su centro real está en la periferia, sobre su litoral. Es por eso que nosotros no sabríamos proponer una postura de pura exterioridad crítica, ni de diálogo constructivo, con la Huelga. Para eso hace falta rechazar tanto el entrar como el salir, y ante todo perder lo esencial: el anonimato. El estar en huelga permanece ahí desbordándose, se sitúa en una tensión constante entre distancia y proximidad frente a la Huelga: es, a la vez, lo que contesta las relaciones de poder internas al movimiento y lo que sacude las relaciones con el mundo exterior. El hacer-huelga es la frontera común a las relaciones intersubjetivas y al mundo como afuera.”

(de Materials sobre la Vaga Idefinida:

http://www.nosaltresoells.org/wp-content/uploads/2013/02/fanzine_canada_vaga_estudiantil_web.pdf)

“La fatídica y agotada situación política griega, pero también el círculo vicioso de violencia constante, exigen una nueva perspectiva. Tras participar en la mayoría de los protestas griegas, desde 2008 (cuando comenzaron los disturbios por la muerte de Alexis Grigoropoulos a manos de la policía) hasta hoy, me di cuenta de que la acción y la destrucción, el sobre-esfuerzo y la lucha excesiva de los cuerpos ya no funcionan. Sin embargo, durante mi reciente visita a Atenas, las potencialidades y posibilidades de un desvelamiento colectivo de las inestabilidades y debilidades psicológicas me parecieron maravillosamente terribles. Quería observar más de esos procesos porque considero que el actual “movimiento revolucionario” está un poco obsoleto. Los medios de comunicación, líderes políticos intelectuales, artistas y la gente de todo el mundo miran a Grecia esperando una señal, un movimiento de jaque mate. Una (r)evolución radical (¿quizá ocupando una isla y autoorganizándose radicalmente lejos de la política electoral?).”

(Del text ¿Y si no hiciésemos nada?: http://blogs.publico.es/fueradelugar/1625)

“(…) D’aquesta manera algunes decidien fer una assemblea en comptes que cadascuna fes el que pensés o sentís més convenient, matant en la recerca del consens la ràbia que moltes sentíem, alimentant la ficció que s’ha d’explicitar i acordar què fer en un espai formal per poder fer alguna cosa. En aquell moment —i degut a que algunes de les persones pujades al camió ja havien protagonitzat accions de manipulació d’aquest tipus (vaja, que ja ens coneixem)— hi hagué tot un seguit d’esbroncades que acabaren amb empentes i insults contra les líders estudiantils. Tot i això, una part de la manifestació —després de 50 minuts d’incertesa— es dirigí cap a plaça Espanya on, si més no, s’aconseguí traslladar la lluita merament estudiantil cap a una perspectiva més estructural fent tancar durant una estona el congrés de telefonia mòbil i el centre comercial  de les Arenas. “

(Del text Cremarem tots el micròfons: http://terracremada.pimienta.org/cremarem.html)

“Y entonces tal vez podemos decir que Alexis okupado no nace exclusivamente de las necesidades, sino también de los deseos. Ésta es la utopía concreta desde la que volver a comenzar. Pero, ¿quién dice que no está? ¿Acaso no se puede hablar de esas luchas de resistencia que comienzan con un NO y luego empiezan a aportar elementos de propuesta? Del “no” a la “alteridad”, pasando de la resistencia a los procesos de independencia en las luchas contra la austeridad .

En los últimos años hemos visto momentos de gran conflicto y radicalidad, que pero no han sedimentado: esas plazas estaban llenas, esos cuerpos estaban y a menudo decidieron resistir, pero después del NO no se dio paso a la alteridad.”

(Del text De la Huelga Social a la Común en Revuelta:  https://www.diagonalperiodico.net/movimientos/la-huelga-social-lo-comun-revuelta.html)

“Per una altra banda, qualsevol que siga  la forma, mètode o instrument de lluita dins  d’un conflicte on no hi haja cap tipus de relació, coordinació, treball o conscienciació real dels seus agents, estarà condemnada al fracàs i es convertirà en un espectacle. Per això, les vagues actuals semblen un escenari més de la societat de l’espectacle en la que vivim. Han deixat de ser una eina del treballador per passar a ser un instrument al servei del sistema, el mateix que es serveix d’aquestes per a perpetuar les seves relacions de poder. Tot està dins del fals escenari de lluita, on ens volen fer creure que tenim certa llibertat en la representació del nostre paper i possibilitat de generar algun canvi. Però aquest panorama està més que controlat i manipulat, ja que tant els mitjans de comunicació com els sindicats juguen un paper fonamental com a moderadors del “conflicte””

(Del text La vaga com a eina de lluita (pàgina 25 del fanzine Aürt):  http://reflexionrevuelta.files.wordpress.com/2013/09/ac3bcrt-web.pdf)